🍇 ¡Hola amantes del mundo del vino! 🍇

Si estas dentro de este mundo sigue leyendo, si no lo estás, también, sigue leyendo; nunca es tarde para estar dentro 😉

Mi nombre es Eider, joven de 22 años y actual estudiante de Enología en la UR (Universidad de La Rioja). Resido en un pequeño pueblo llamado Labastida, situado en las faldas de Toloño, al sur de Álava (País Vasco).  

Labastida es un zona vitivinícola la cual pertenece a la Denominación de Origen Calificada Rioja, concretamente a la subzona, Rioja Alavesa. 

Quiero intentar transladaros a la Sierra de Toloño, un lugar lleno de historia de la cual aún mucha está por descubrir. Esta Sierra posee una de las mayores concentraciones de lagares rupestres conocida hasta día de hoy, tanto en España, como en Europa. 

Y es aquí donde alguno de vosotros os preguntaréis, ¿y qué es un lagar rupestre?, pues bien; la palabra 'lagar' es de origen latino y significa lugar donde se pisa la uva para obtener vino; lugar (-ar) y lago (lacus), mientras que 'rupestre' (rupes) perteneciente a las rocas. 

La función de estos lagares era obtener mosto tras realizar el pisado de la uva. Se construyeron en piedras areniscas de gran tamaño en los propios viñedos, por lo que hoy en día muchos lagares se conservan en buen estado, mientras que otros han desaparecido. En alguno de ellos se han llegado a encontrar hoyos o agujeros en las piedras más próximas al lagar, los cuales sirvieron para encajar por piezas prensas de viga romana.

Tras visitar lagares de la zona, me he planteado varias preguntas: ¿cuándo y quienes los construyeron?, ¿por qué tantos lagares en la Sierra de Toloño?, ¿sabían hacer buen vino en aquella época?, ¿qué conocimientos tenían acerca de las labores del campo?, ¿poseer un lagar, que interés tenía (económico, religioso...)?, ¿podrían tener hoy en día interés enoturístico?... Todas estas preguntas y más os las responderé a lo largo de mi blog.

En los próximos días compartiré con vosotros algunas de las rutas que he hecho y que haré a estos pequeños rincones. No olvidéis que también os podéis animar a hacerlas vosotros mismos, seguro que os resulta más divertido e interesante, ya que la zona merece la pena visitarla.

¡Hasta la próxima entrada!

¡Saludos!

Eider 

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